Un cielo con nubes puede ser el alma de una foto, pero un cielo nublado es capaz de arruinar una excursión fotográfica.
Aquí os muestro un ejemplo de una espléndida tarde gracias a que había nubes, pero el cielo no estaba nublado; de hecho las nubes le quitan el protagonismo a la espléndida Praga.
ISO 100; 10mm; f/8,0; 1/80s. Canon EOS 50D; Canon 10-22mm f/3,5-4,5 EF-S |
Esta es una imagen que sería horrenda si el cielo estuviera nublado. La ciudad aparecería bajo un manto lechoso y habría que escoger otra estrategia para retratarla. Esa tarde de primavera ("mi primavera de Praga") tuve la suerte de encontrármela bajo las nubes e iluminada justo en "la hora dorada" del atardecer. Un lujo que no dejé escapar: abrí el angular a 10mm para abarcar al máximo la ciudad y disparé.
Otro ejemplo del protagonismo de un cielo con nubes, pero no nublado, es esta imagen de Vejer de la Frontera.
ISO 100; 14mm; f/14; 1/80s. Canon EOS 50D; Canon 10-22mm f/3,5-4,5 EF-S |
Aunque en este caso era mediodía las nubes que traía el levante corrían a esconderse detrás del alto del pueblo.
Mención aparte merece el cristal: no hay objetivo con el que me sienta más a gusto cuando paseo por una ciudad o un pueblo que el magnífico Canon 10-22 f/3,5-4,5 EF-S USM. Luminoso, sin apenas viñeteo ni aberración. Una joyita a la que no le viene nada mal un filtro polarizador.
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