Me gusta afotar bichos, así que esta no será la única entrada dedicada a ellos.
No soy entomólogo ni siquiera aficionado, pero hace tiempo imaginé que podrían ser perfectamente criaturas extraterrestres, como sacadas de una vieja película de ciencia ficción en la que parasitan y destruyen a sus huéspedes, o evolucionadísimos robots llegados del futuro con la misión de reproducirse para conquistar el planeta tras la autodestrucción de nuestra especie.
El verano de 2010 para mí fue el verano de las libélulas, por lo que disfruté bastante con ellas, ya que son pacientes y tranquilas cuando uno se acerca con la cámara. Aquí tenéis un ejemplo de su aguante ante mi aproximación
No soy entomólogo ni siquiera aficionado, pero hace tiempo imaginé que podrían ser perfectamente criaturas extraterrestres, como sacadas de una vieja película de ciencia ficción en la que parasitan y destruyen a sus huéspedes, o evolucionadísimos robots llegados del futuro con la misión de reproducirse para conquistar el planeta tras la autodestrucción de nuestra especie.
El verano de 2010 para mí fue el verano de las libélulas, por lo que disfruté bastante con ellas, ya que son pacientes y tranquilas cuando uno se acerca con la cámara. Aquí tenéis un ejemplo de su aguante ante mi aproximación
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ISO 100; f/5,0; 1/100s; Canon 50D; Canon EF 100mm f/2.8 USM |
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