Soy de familia molinera, el oficio del que obraba la primera transformación del grano para obtener el alimento base: el pan. Pocas bromas.
Caz, palabra que oí por primera vez de boca de mi padre; y azud: asociadas a la ingeniería de lo tradicional, de aquello que hace mover ruedas de piedra que sirven para hacer harina o aceite.
Tanto el del molino familiar como el de este de Alcalá de Henares y tantos otros, los cauces creados para dar energía a los ingenios yacen invadidos por juncos y carrizos, olvidados esperando nada.
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