Necesitaba un acicate para seguir haciendo fotografías. Algo que me animara a salir con la cámara y recorrer caminos. La semana pasada mientras conducía, en un momento encontré un motivo para volver a ello: vi un puente olvidado, uno de esos que se quedan orillados de las carreteras cuando se decide reformarlas y evitar peligrosas curvas, primero soportando caminos de tierra, después carreteras de alquitrán; aquellos que ayudaban a sortear barrancos y arroyos y que se han quedado sobre ellos ayudando a nadie a cruzar desde ningún sitio a ninguna parte, ocultos por juncos, carrizos y zarzas que han medrado gracias al agua que vadeaban.
Así que ha nacido un pequeño proyecto fotográfico que etiquetaré #puenteolvidado
Este está al lado de mi pueblo, Pastrana, sobre la vega del Arlés, sofocado por maleza y cieno que nadie se ha ocupado de limpiar; con higueras en la frente, sin que ya nadie recuerde cuando va a Sayatón, Almonacid, Yebra o Mondéjar que allí hubo, hay, un puente.
Así que ha nacido un pequeño proyecto fotográfico que etiquetaré #puenteolvidado
Este está al lado de mi pueblo, Pastrana, sobre la vega del Arlés, sofocado por maleza y cieno que nadie se ha ocupado de limpiar; con higueras en la frente, sin que ya nadie recuerde cuando va a Sayatón, Almonacid, Yebra o Mondéjar que allí hubo, hay, un puente.
Comentarios
Publicar un comentario