Una primavera rara, tormentosa, está dejando los sembrados de mi tierra con la mies a reventar. Seguro que los agricultores tienen motivo para quejarse por tanta agua, pero hacía mucho que no veía el campo como ahora: vas por la carretera y parece que un jardinero loco ha tenido la ocurrencia de montar un parterre a lo largo de las cunetas y las ranas cantan en esas enormes charcas que se han formado en sitios insospechados.
Este tiempo me encanta para fotografiar paisajes y cada vez que atravieso la Alcarria con mi coche a la vuelta del trabajo (qué fastidio tener siempre un mes de "jornada especial" en la mejor época del año que me hace entrar pronto, salir tarde y trabajar los fines de semana) aprovecho para intentar algo con la cámara inmerso en las prisas de llegar a casa y descansar. Se hace lo que se puede y al menos algo saco para actualizar mi desatendido blog.
Ayer me paré donde está ese roble que te dice que quiere una foto cuando llegas a la peor curva de la cuesta pero siempre pasas de largo, total...
Este tiempo me encanta para fotografiar paisajes y cada vez que atravieso la Alcarria con mi coche a la vuelta del trabajo (qué fastidio tener siempre un mes de "jornada especial" en la mejor época del año que me hace entrar pronto, salir tarde y trabajar los fines de semana) aprovecho para intentar algo con la cámara inmerso en las prisas de llegar a casa y descansar. Se hace lo que se puede y al menos algo saco para actualizar mi desatendido blog.
Ayer me paré donde está ese roble que te dice que quiere una foto cuando llegas a la peor curva de la cuesta pero siempre pasas de largo, total...
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