Corren tiempos extraños. Dirá el lector que siempre se ha dicho eso, y lleva razón. Me refiero a que cuando hemos alcanzado un nivel impensable hace pocos años de penetración de la tecnología en la sociedad, esa misma tecnología facilita la propagación de paparruchas y maldades que se pensaban olvidadas.
La peor de todas, el auge de la antivacunación, esa espeluznante creencia que une a acomodados occidentales con talibanes afganos propiciando la aparición de enfermedades que se daban por erradicadas y, peor aún, provocando muertes absurdas.
O la más descacharrante: el terraplanismo. Algo que cuando lo encontré en redes sociales presté la misma credibilidad que a una noticia de El Mundo Today ahora sale en programas de televisión de grandes cadenas y pone el nombre a equipos de fútbol. Lo que Eratóstenes demostró con un palo contra bulos a través de fibra óptica y microprocesadores.
Pero estoy aquí para enseñar mi foto.
Aunque hay otra paparrucha que me inspira cierta ternura, o si se quiere comprensión: el 20 de julio de 1969 el pastor que encerraba las ovejas en la tinada de la foto difícilmente entendería que Neil Armstrong y Buzz Aldrin anduvieran en ese momento por la Luna cuya luz, exactamente cincuenta años después, la hacía protagonista de esta foto junto a la rotación de la Tierra.
Parece que Galileo en realidad no lo dijo, pero si hay que creer en algo ficticio prefiero creer en ello en lugar de otras cosas.
Eppur si muove.
La peor de todas, el auge de la antivacunación, esa espeluznante creencia que une a acomodados occidentales con talibanes afganos propiciando la aparición de enfermedades que se daban por erradicadas y, peor aún, provocando muertes absurdas.
O la más descacharrante: el terraplanismo. Algo que cuando lo encontré en redes sociales presté la misma credibilidad que a una noticia de El Mundo Today ahora sale en programas de televisión de grandes cadenas y pone el nombre a equipos de fútbol. Lo que Eratóstenes demostró con un palo contra bulos a través de fibra óptica y microprocesadores.
Pero estoy aquí para enseñar mi foto.
Aunque hay otra paparrucha que me inspira cierta ternura, o si se quiere comprensión: el 20 de julio de 1969 el pastor que encerraba las ovejas en la tinada de la foto difícilmente entendería que Neil Armstrong y Buzz Aldrin anduvieran en ese momento por la Luna cuya luz, exactamente cincuenta años después, la hacía protagonista de esta foto junto a la rotación de la Tierra.
Parece que Galileo en realidad no lo dijo, pero si hay que creer en algo ficticio prefiero creer en ello en lugar de otras cosas.
Eppur si muove.
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