Esta entrada rompe mi costumbre de no hacer dedicatorias, pero creo que hoy es una buena ocasión para ello.
Hoy es 29 de febrero y Araceli cumple años. Es la única persona que conozco que lo hace cada mil cuatrocientos sesenta y un días. Así que la ocasión lo merece.
A Pamela la veo un par o tres veces al año, normalmente en los cumpleaños de nuestros familiares comunes; la última oportunidad de verla que tuve la desaproveché para tomar la imagen de esta entrada, así que en 2020 será una menos. Pero tengo una excusa: la vida social del astrofotógrafo depende la fase lunar primero y de la meteorología después, así que si algún acontecimiento se planifica lo primero es mirar ese detalle mensual del calendario que casi ya no aparece y casi nadie mira y cuando la fecha se aproxima estar atento a las predicciones de la temperie. Ese sábado hubo luna nueva e hizo una noche estupenda.
A Pamela le gustan mis fotos astronómicas, lo cual es de agradecer. Tengo entendido que cuando comparto alguna de ellas por mis grupos sociales a ella le llegan de rebote porque en alguna ocasión vio una y le gustó.
Así que esta NGC2237, nebulosa Roseta en la constelación de Monoceros el unicornio, se la dedico a Pamela con el deseo de que sea una pequeña píldora para mejorar su salud y a Araceli con el deseo de que celebremos muchos más ciclos de mil cuatrocientos sesenta y un días.
No ha sido fácil para un principiante como yo hacer que se muestre en la foto final. El proceso de integración o apilado de tomas está para sumar la señal y eliminar el ruido como el inherente del sensor de la cámara y el de la óptica o el paso de aviones y satélites que dejan rayajos a través de la imagen por lo que este candidato a meteoro se interpreta como ruido por omisión. Así que han sido bastantes horas de PixInsight y Photoshop para llegar a esto.
Espero que guste, sobre todo a Araceli y Pamela.
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